Bajo la lluvia

Empezó a caer una ligera morrina. El cielo gris ya hacía tiempo que lo había previsto, y la humedad en el aire casi se podía absorver.

Esa mañana me había levantado tarde y descubrí que no había nadie en casa. Estar sin nada que hacer me permite estirar las horas de sueño más de lo que debiera, sobretodo en estos días de otoño tan tristes. Me asomé a la ventana y ví cómo las gotas resbalaban lentamente por los cristales. Me puse mis botas de agua, cogí el paraguas y salí a la calle. Hacía tiempo que no caminaba bajo la lluvia, no de aquella manera, no en ese lugar. La distancia te enseña a echar de menos incluso todo aquello a lo que siempre echaste de más.

Las gotas me salpicaban la cara, el pelo, las manos, la ropa. No quise abrir el paraguas, para volver a sentir aquella sensación, ya lejana, de la lluvia calándome el alma. Así, pasé la mañana recorriendo bajo la incesante lluvia los lugares de mi vida por donde tantas y tantas veces pasé. Fue inevitable recordar cómo unos años atrás me marché y dejé todo aquello para empezar de cero, para buscar una nueva vida lejos de allí, lejos de una historia no olvidada que me había herido en lo más profundo, y me pregunté en qué medida había merecido la pena irme si nunca encontré lo que buscaba, me pregunté por qué había tardado tanto en volver y, sobretodo, qué era lo que quedaba de aquella chica que fui.

No se en qué momento, con las gotas de agua rodándome por la cara, con el verde intenso de los prados rodeándome, con sus ojos, profundos y felices mirándome desde la puerta de casa, supe que esto es lo que siempre había buscado, que aquél, había sido siempre mi lugar.


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola

su dijo...

Hola...me ha gustado lo que he leido, si todas tus historias son parecidas a ésta serán muy buenas. Te agradezco tu paso por mi blog y aprovecho para darte la bienvenida, serás siempre bien recibida, un saludo y ya sabes aquí me tienes.

su dijo...

Por cierto la plantilla que usas me trae recuerdos...fue la primera que yo usé...qué cosas. Nos vemos.

Rubén dijo...

Yo también me quedo por aquí, me agrada este lugar.
Saludos.

el piano huérfano dijo...

Tenso y bonito leer como de la tormente llegas a la paz.
Por lo tanto, si me dejas, me quedo por aquí, aquí se esta bien.
Gracias

Cayetano dijo...

Cuando la lluvia se convierte en una bendición del cielo.
Bonita historia.
Me gusta la mariposa que revolotea por la página.
Gracias por tu comentario en mi blog.
Un saludo.

Pedro de Mingo dijo...

Anjana, gracias por pasarte por mi blog España Eterna. Me ha encantado lo que he leido en el tuyo, me ha traido recuerdos.
Un beso :-)

Liz Flores dijo...

Disfruté de ese paseo bajo la lluvia y de la sensación de estabilidad y paz del cierre.

Gracias por adherirte a mi blog, me ha hecho mucha ilusión.

Un fuerte abrazo, y me quedo para seguirte.

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todos por los comentarios, y un saludo a los que se quedan


Besos

El senderista infatigable dijo...

Es realmente bonito todo lo que publicas en este simpático blog que has elegido. Simpática lambien la mariposa que guia mi ratón. Un saludo.